El albergue Juan XXIII está subvencionado en todos los servicios que ofrece en su centro.
Las instituciones que lo subvencionan son:
El Albergue Juan XXIII, en Santiago de Compostela, obra social solidaria de la Orden de los Hermanos Menores (Franciscanos), siempre tuvo como fin el proporcionar a aquellas personas que carecen de medios (transeúntes, vagabundos...) un lugar en el cual, por lo menos durante un pequeño periodo de tiempo, pasar la noche, tener servicios de higiene, ropa, y una acogida cálida y sincera.
Desde sus comienzos el Albergue ha sufrido diversas modificaciones y reformas, adaptándose a los tiempos y a sus diversas transformaciones, para estar a la altura de una sociedad moderna que crece día a día en una constante evolución.
Siguiendo las pautas de la sociedad, el Albergue Juan XXIII pone al servicio de los más desfavorecidos unos medios con los cuales se puedan defender, en la medida de lo posible, en una sociedad tan competitiva como la actual, socorriendo aquellas necesidades básicas elementales. Muchos han sido los usuarios que han utilizado estos servicios que presta el Albergue por mediación de los Hermanos Franciscanos.
En un principio se les enseñaba a leer y a escribir, entre otros servicios básicos y necesarios; actualmente posee una sala en la cual hay ordenadores a disposición de los usuarios y en donde se imparten cursos de informática. A pesar de que los materiales son distintos, el fin, se podría decir, que es el mismo: enseñar a leer y escribir, y seguir prestando esos servicios básicos pero ahora con tecnologías actuales y modernas.
Los Hermanos de la Orden de los Franciscanos siempre han cumplido esta tarea, cargándose a sus espaldas la responsabilidad de cuidar y albergar a los más desfavorecidos de la sociedad, acogiendo en "su casa" a quienes no tienen ni techo ni derechos protegidos, de tenderles una mano y apoyo de los cuales carecen quienes son conocidos como "transeúntes", "gentes sin hogar", "vagabundos", desarraigados de la sociedad, sus familias, amigos y todo aquello que antaño tenían.
Por esta razón, si llegas a esta página y tienes tus medios y suficiencia como para no depender de estos lugares, te pido humildemente que no pretendas aprovecharte de la situación y tratar de obtener sus servicios por la cara, ni quieras ser un turista barato que se aprovecha de la voluntad de estas buenas gentes que ofrecen "su casa" a quienes no la tienen. Piensa que todo el que viene por aquí no tiene nada, ni casa, ni familia la mayoría de ellos, ni medios y recursos.